Pedigree, los perros…¿Abolengo?

Le ve casi todos los días, es vecino, o mejor vive cerca sin ser vecino. Es un tipo alto, bien presentado, por supuesto é mendal se lo cree; así que puestos a elegir un perro como mascota que mejor que algo que llame la atención, como el quiere llamarla. Toma ya, un galgo que sea tan largo como él alto. Duda y mucho que sea cazador, así que imagina que dado que no hace ejercicio físico, el perro, para mantenerlo esbelto lo mismo le da de comer poco, que lo tiene a dieta, bien por ese motivo o porque le flojean las bolsas. Suelen mirar, su pet, y él, muy british ambos, de manera desdeñosa a los que les rodean, sean de su género o no. Matías se ríe para sus adentros y para sus afueras, extramuros, sin pudor alguno, hace tiempo que lo perdíó y el bobo del haba, o sea, el tontolaba, así todo junto, se cree que le rinde pleitesía. Los perros de “raza” tienen una vida de unos diez, doce años, por el contrario los mil leches dieciséis, dieciocho. Cosas de la genética, la endogamia, en fin, El Matías se entiende.. Con los humanos sucede igual. Obvio es decir que  é, el Crespo, retorcicico, es quiltro, dicen en Chile a los mestizos, así que, como dice Feijoo, mejor Núñez, no es promiscuo porque no quiere, y va y se queda tan pancho al decirlo. Al vecino y a su perro, ya saben lo que les espera… Una vida más corta que la suya y él a lo suyo, en un quiere porque no quiere y tanta gracia espera que se pasa el día esperando a Godot, Mariájesús, no me llames Dolores, llámame Lola… esperando, digo, porque sus apetencias hace tiempo que menguaron, exactamente el día que se imaginó a Arias Navarro yaciendo con su amante de Torrelodones, con gomina, bigotito y calcetines de hilo con liguero. Eso sí, le tendrá que decir al vaina que se ande con cuidado que su señora, la de él, mira, al que suscribe, con invitaciones, intuye, raras. Item más y, esto ya escarnio envidioso; siempre se ha dicho, no se sabe que hay de cierto, la relación del tamaño de las narices y lo otro, se entiende que es lo otro. El tontolaba es chatillo. Dicho queda.

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La Zarzuela, Lasarte o Acot

Pide que le habiliten, no a él, que a veces piensa esta discapacitado, la máquina expendedora. Pide, entre ponte bien y estate quieta, un café. Observa con los ojos, ocelosos, que Dios le dio, como mosca cojonera. En una esquina, en la misma esquina, mesa, que todos los días ocupa de 15.00 a 18.30 pm, ve al lector convulsivo, compulsivo y prieto. Vayamos por partes. Convulsivo porque le hace sufrir, casi espasmos. Se habla solo mientras lee. Se niega, o niega al autor, Afirma o se lleva las manos para mesarse los cabellos. Compulsivo, porque va todos los días desde hace años y se está dejando los ojos en el blanco y negro, a su desperdicio, o no, yo qué sé y por fin Prieto, porque se pasa las tres horas con solo un café, 1.20 euros. A lo que decía, es un hombre feliz, sin gula, ni soberbia ninguna, lujuria me extraña. Parece una persona feliz. Se va al trote, por piernas, a golpe de calcetín, porque el que empieza a sentir envidia es él.  Antes ha dicho que le separan del local unos setenta metros, si se va al trote. Ha vuelto al galope tendido, sin necesidad que,  el Jockey Carudel, o Ceferino Carrasco, requieran en sus lomos, vamos como un potro desbocado. Que tiempos, La Zarzuela, el hipódromo, Lazarte, lo mismo, Ascot, en donde llevábamos sombreros de copa, porque andábamos de copas, Delco, que barbaridad. Ha tardado quince metros, poco más que una llamada, mensaje, perdido, que no hubiera querido perderla, en el i-phone- Envidia de mucha gente en la que no nos fijamos. Otro día hablará de las virtudes capitales, las de los cristianos. Le conozco,es un incontenido, pero no incosistente.

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Rendijas

Los humanos tenemos un ángulo de visión de unos 180 grados, dependiendo si hemos pasado la ITV visual, miopía, astigmatismo, hipermetropía, los ojos desalineados, también desaliñados, uno mirando aquí y el otro a Albacete, como Mari, al que decían el virolo. La nobleza cuando camina por la calle y ven algo extraño, algo o alguien, más bien esto último, jamás vuelven la cabeza, vuelven el torso y a su vez, como pareces obvio la cabeza. Es el caso del Matías, entre otras cosas porque careciendo de abolengo, es de cuello escaso, le falta una cervical,  y poco dúctil, pero la naturaleza, quizá por compensarle, le ha dotado, de una visión rumiante, vacuna que abarca unos 340 grados, de modo manera y condición, que no le hace falta hacer giros o girautas para percibir lo que sucede a su alrededor, sin parecer un musgo, viendo sin mirar y haciéndose cargo de lo que ve en un si es no es. Ayer fue a hacer unas gestiones al banco, y como siempre a pedir; siendo así entendió que no había prisa, así que se sentó e hizo cola, ineludible pues había un grupo, abundante, pues los hay de tresena, cuatrena, ochote u orfeón, este era el caso, todos de pie y en una ruidera importante, se les notaba nerviosos. Todos era de su edad, entre los sesenta-setenta, que si no se tiene dentadura hay riego de que se entiende si sientes que te entra. Aburrido preguntó al más cercano ¿Qué, de excursión, a firmar los billeticos y el abono? Este, el cercano, le contestó agachando un poco la cerviz, ¡¡¡Qué va, que va, una herencia!!!  Ya, supongo que la liquidación de títulos mobiliarios (Ahí se tiro un farol, para demostrar que del asunto, en general, sabía algo). Pues sí, lo gordo ya está hecho. Un primo soltero, no sabemos si entero dijo mientras sonreía con complicidad. Acabaron la faena y se fueron los causahabientes. El no tenía prisa, así que miro al joven que tenía sentado a su lado ¿Tú o yo, quién va primero? No sé, pero estoy nervioso, le contesto Juan Pablo, que así se llamaba. ¿Y eso? Es que estas cosas me ponen nervioso. Pero hombre por Dios. Sí, es que llevo unos días chungos. Me ha echado del trabajo, justito, justito, cuando me han dado el alta. Tenía contrato de prueba, seis meses, y me cogí una baja, y estuve hospitalizado…en el Caracol*, aquí cerquita. ¡¡¡Vaya por Dios!!! ¿Y? Cuando uno le duele el vientre, la cabeza o no rige esfínteres va al  médico, del mismo modo si es que las ideas se disparatan, lo mismo ¿Que diferencia hay? Yo mismo, siguió el Matías, tengo los muslos amoratados de las inyecciones de aguarrás que me han puesto para tranquilizarme, ya me entiendes…Así que tranquilo, tú toma lo que te hayan recetado, no soples, que es contraproducente, si vives con tus padres no les refufes mucho y contempla. El crio le dio la mano y paso a sus quehaceres en ventanilla. Acabó. Le miró agradecido le dio de nuevo la mano. No se dieron un abrazo porque se acababan de conocer y es precipitarse, mejor esperar unos años. Llegó su turno. Pasó. ¿Dígame, en que puedo ayudarle? Le preguntaron. Se le puso cara de tonto y tuvo que reconocer que después de la herencia, el frenopático, no recordaba a qué había ido a la entidad. Salió y pensó que la próxima vez se pondría un post-it en la frente para no olvidarse. El mirar, el ver, sin que se note que miras, es una maravilla, como decía una visión circular sin necesidad de mover la pelota; ocurre que se acaba viendo demasiado y eso despista de mirarse a uno mismo. Venga, va, otro post-it, pegado, esta vez, al espejo del baño, que le recuerde al protagonista, que  salir de casa a pelo y ojos al por mayor solo si se está con las ideas despejadas, sino ponerse anteojeras. No pocas veces mirar por una rendija tiene sus sorpresas…Lo mucho a veces cansa, aturde y lo poco agrada. Vaya que sí.

*Caracol. Edificio del hospital del pueblón, que acoge a inquietos y nerviosos, que ya nos entendemos.

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Rendijas

Los humanos tenemos un ángulo de visión de unos 180, dependiendo si hemos pasado la ITV visual, miopía, astigmatismo, hipermetropía, los ojos desalineados, también desaliñados, uno mirando aquí y el otro a Albacete, como Mari, al que decían el virolo. La nobleza cuando camina por la calle y ven algo extraño, algo o alguien, más bien esto último, jamás vuelven la cabeza, vuelven el torso y a su vez, como pareces obvio la cabeza. Es el caso del Matías, entre otras cosas porque careciendo de abolengo, es de cuello escaso, le falta una cervical,  y poco dúctil, pero la naturaleza, quizá por compensarle, le ha dotado, de una visión rumiante, vacuna que abarca unos 340 grados, de modo manera y condición, que no le hace falta hacer giros o girautas para percibir lo que sucede a su alrededor, sin parecer un musgo, viendo sin mirar y haciéndose cargo de lo que ve en un si es no es. Ayer fue a hacer unas gestiones al banco, y como siempre a pedir; siendo así entendió que no había prisa, así que se sentó e hizo cola, ineludible pues había un grupo, abundante, pues los hay de tresena, cuatrena, ochote u orfeón, este era el caso, todos de pie y en una ruidera importante, se les notaba nerviosos. Todos era de su edad, entre los sesenta-setenta, que si no se tiene dentadura hay riego de que se entiende si sientes que te entra. Aburrido preguntó al más cercano ¿Qué, de excursión, a firmar los billeticos y el abono? Este, el cercano, le contestó agachando un poco la cerviz, ¡¡¡Qué va, que va, una herencia!!!  Ya, supongo que la liquidación de títulos mobiliarios (Ahí se tiro un farol, para demostrar que del asunto, en general, sabía algo). Pues sí, lo gordo ya está hecho. Un primo soltero, no sabemos si entero dijo mientras sonreía con complicidad. Acabaron la faena y se fueron los causahabientes. El no tenía prisa, así que miro al joven que tenía sentado a su lado ¿Tú o yo, quién va primero? No sé, pero estoy nervioso, le contesto Juan Pablo, que así se llamaba. ¿Y eso? Es que estas cosas me ponen nervioso. Pero hombre por Dios. Sí, es que llevo unos días chungos. Me ha echado del trabajo, justito, justito, cuando me han dado el alta. Tenía contrato de prueba, seis meses, y me cogí una baja, y estuve hospitalizado…en el Caracol*, aquí cerquita. ¡¡¡Vaya por Dios!!! ¿Y? Cuando uno le duele el vientre, la cabeza o no rige esfínteres va al  médico, del mismo modo si es que las ideas se disparatan, lo mismo ¿Que diferencia hay? Yo mismo, siguió el Matías, tengo los muslos amoratados de las inyecciones de aguarrás que me han puesto para tranquilizarme, ya me entiendes…Así que tranquilo, tú toma lo que te hayan recetado, no soples, que es contraproducente, si vives con tus padres no les refufes mucho y contempla. El crio le dio la mano y paso a sus quehaceres en ventanilla. Acabó. Le miró agradecido le dio de nuevo la mano. No se dieron un abrazo porque se acababan de conocer y es precipitarse, mejor esperar unos años. Llegó su turno. Pasó. ¿Dígame, en que puedo ayudarle? Le preguntaron. Se le puso cara de tonto y tuvo que reconocer que después de la herencia, el frenopático, no recordaba a qué había ido a la entidad. Salió y pensó que la próxima vez se pondría un post-it en la frente para no olvidarse. El mirar, el ver, sin que se note que miras, es una maravilla, como decía una visión circular sin necesidad de mover la pelota; ocurre que se acaba viendo demasiado y eso despista de mirarse a uno mismo. Venga, va, otro post-it, pegado, esta vez, al espejo del baño, que le recuerde al protagonista, que  salir de casa a pelo y ojos al por mayor solo si se está con las ideas despejadas, sino ponerse anteojeras. No pocas veces mirar por una rendija tiene sus sorpresas…Lo mucho a veces cansa, aturde y lo poco agrada. Vaya que sí.

*Caracol. Edificio del hospital del pueblón, que acoge a inquietos y nerviosos, que ya nos entendemos.

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Al fin, todos perros…

Es domingo, temprano. Está sin tabaco. Se da un lavado de gato para quitarse las legañas de las pestañas que hace ya mucho tiempo eran abanicos y hoy, pobre de él, pobre de él, aparecen hueras. Baja al Aroma. Desayuna. Compra el País, y droga. Sale. Jon le saluda. Jon es un chico de Ghana, o por ahí, que se sienta todos y cada uno de los días enfrente de la puerta de la cafetería, la espalda apoyada en una farola. Se acerca a él y saca unos monedas de poca monta, pero para Jon, mucha. Iba a decir que está dispuesto a perder con el unos minutos de charla insustancial, pero no, será mejor decir que ganará unos minutos a la vida y al conocimiento. Un coche aparca junto a ellos, se baja un matrimonio, le dejan a le metèque una bolsita con vete tu a saber qué-alimentos, presume-, casi de inmediato una señora le deja unas moneditas en el vaso de cartón, su cuenta corriente. El matrimonio, la señora y el mismo, una cuatrena, entrados en años, o más bien salidos de años. Se enciende un cigarrillo. Se pone el País, el periódico, pues el otro hace timepo que le tiene desbordado, debajo del brazo y camina hacia su hogar… home, sweet home. Es peripatético, con unos pies que dan pena. Piensa en el miedo, el miedo a lo conocido y a lo desconocido, sobre todo a esto último. Las relaciones humanas sirven sobre todo para eso, para conocer al otroy a uno mismo, si no se hace trampas. A veces nos fijamos, casi simepre y a primera vista en el físico, nos gusta o no; de ahí hasta el cielo, de un aquí te cojo, aquí te mato, o un hasta luego Lucas; de normal en el primer caso acaba siendo también un hasta luego Matías, Marivi, Manfred o Marichu sube al monte y verás/ a la cruz del Gorbea brillar. Conviene escarbar con todos y con los distintos de color, cultura y así, más, todo lo que se quiera. Se les suele pedir que se integren, que olviden sus países y tradiciones y que adopten, de manera radical, las del país de acogida. Cuando Matías, él, se para con alguno de ellos y se interesa de por el donde son, como se llaman, y si conoce alguna palabreja de su lengua, se la dice, se les iluminan los ojos de agradecimiento y es que si de verdad creemos lo que los términos dicen, país de acogida es el que acoge, y no hay mejor manera que intentar entender al otro. Como dice, para dos copas, tres o veintitrés, y para aliviar la zona del recreo, vale cualquiera, y hasta luego Martintxo, para acoger y ser acogido, solo unos pocos. En Argentina a los españoles, por extensión se les llama gallegos. Algo tendrá el agua cuando la bendicen, digo yo. Ya está casi a las puertas de recogida, o toriles por manso y voluntad propia. A su espalda oye “ Shalom Alejem” No le hace falta volverse, sabe quién es , así que en un guiño que se traen entre ambos, contesta “ Salam Aleikum”. Es un exilado sirio, de Alepo, vamos una especie de gallego, no sé si me explico, que abrió, no hace mucho, un horno artesano de dulces, de frutos secos, leche y miel, como los ríos que manan en el paraíso, en su paraíso y, al que suele comprar de vez en cuando media docenita. Recuerda que en nada, pasado mañana, acaba Ramadán, así que añade “Eir Mubarak” el modo en que se felicitan los árabes por estas fechas. Se dan la mano, el alepí, alpense o como se diga, se la besa, en señal de respeto. Si, no hay nada, como conocer al otro. Se pierden los miedos. Es una manera de integración el uno con los otros, más fácil, menos toxica y más constructiva. “Ma´as-salhama” “Leitraot” “Adiós” “Agur” hasta luego, amigo, hermano. Sube a casa se mira de nuevo al espejo, por coquetería, y vaya por Dios, le ha dado la impresión de sus pestañas verdean, eso sí no hace más que meterse en charcos.

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A few or nothing?

El dormir poco, o a deshoras, tiene sus cosas, sobre todo si se vive en un barrio, aun bueno, y en una ciudad provinciana, en un pueblón, no nos engañemos, fronterizo a Europa, donde los horarios son más cortos y estrechos, por necesidad de la bolsa o empatía con los vecinos… Salvo en tugurios de copa y risa floja, donde las amistades y lo líos se hacen y deshacen como los azucarillos en un visto y no visto, hasta luego, nos vemos y a los pocos días si te he visto no me acuerdo, como un kleenex de usar y tirar. Poca cosa o nada. Conviene tenerlo presente. Es un desocupado discontinuo, pensiona, o sea para la ultra, parasito de mierda, pero se ocupa, y mucho. Bien, se ha despertado pronto y a veces la casa le puede, con lo puesto textual se ha echado a la calle. Todo vacío y hueco, dos sanitarios que van de guardia y prisa, un policía nacional que acaba turno, a punto de jubilación,  dos señoritas, putas, que se toman un respiro en uno de esos pisos que dicen que hay en el barrio, dos gitanos que vuelven de sus menesteres. Poca, muy poca cosa. Luces de bohemia, ya quisiera él, que va, y que manda huevos son mortecinas y chuscas, que le recuerdan a sus años de colegio, donde le acariciaron las ingles. Ha bajado a la calle en un casi, casi vestido, casi en pantalón de pijama, casi desnudo como los hijos, o eran ojos, de no sé quién. Poca gente y mucha soledad sonora, a ver MSO, apunta de quien es la cita o parte verso, y en estas se acuerda de las murguillas que de joven, niño, infante, cantaba cuando le mandaban a cuidar vacas allí, allá, allí arriba, solico y toda la mañana.  Es cuando aprendió a cantar murguillas para sus adentros, parta que la vida no se lo zampara. Hoy, esta mañana le ha venido a la pelota, “Algo” “ Something” Es una bonita balada, tranquila, tierna y un tanto nostálgica. La ha murgueado sottovoce. Escucha y se escucha: Something in the way she moves/ Attracts me like no other lover/Something in the way she woos me/I don’t want to leave her now/You know I believe and how…”

Va, lo traducimos a su aire, traducción libre, mucho, a lo que él le sugiere: “Algo en el aire se mueve/me atrae como ninguna otra amante/ Algo en el ambiente me corteja/ No quiero dejarlo ahora, ya sabes y cómo…” Lo que a él le corteja de madrugada, aperitivo y cena es estar tranquilo, que no se le busquen tres pies al gato, que cada uno defienda a su patria y a su Dios, que puestos, siendo uno, no pueden ser tres, “ asín “ que el de judíos, cristianos musulmanes por ese orden, y  antigüedad,  aun siendo distintos son el mismo. Yo que coño sé. Digo. Algo flota en el aire, como las respuestas de Roberto…” the answer my friend, is blowing in the wind”. Eso yo prefiero que me la sople, el viento. Hay que coger lo sencillo, lo fácil, las pequeñitas cosas, una caricia, el lo/la/ le/ que se deje, el gruñido de un cerdo, el piar de un pajarillo, el olor de un prado….qué se yo. No pedir grandes cosas, casi todo está en el viento, incluso las respuestas. Casi todo está en nuestras manos y lo que queramos dar y los demás recibir. El que ventura, será, bienaventurado, el que consuela, será consolado, o no….pero al menos habré vivido con intensidad la vida, o habrá estado intensamente en la vida. No sé, lo digo de verdad, no lo sé. A las noches en el barrio se escucha  a un desconocido silbar la melancolía. Al fondo la ruidera de nuestros políticos diciéndose tú más. De noche el barrio, la ciudad, el apís es mucho más tranquilo, Quedaros en los tugurios de copas y…..encuentros  lamentables. Tengamos compresión lectora y lo mismo de análisis. ¿Cómo? Y tú más. Ya ven ustedes imposible. País de mierda. Poco nada o nada. ¿Tetraplegía, hemiplegía o paraplegia? Dícil elección, ahora si me propoenen sinepre contestaré que lo más sencillo; oir a un periquito pelma repetir mi nombre.

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Algo o nada



El dormir poco, o a deshoras, tiene sus cosas, sobre todo si se vive en un barrio,
aun bueno, en una ciudad provinciana, y en un pueblón, no nos engañemos, fronterizo
a Europa, donde los horarios son más cortos y estrechos, por necesidad de la
bolsa o empatía con los vecinos… Salvo en tugurios de copa y risa floja, donde
las amistades y lo líos se hacen y deshacen como los azucarillos en un visto y
no visto, hasta luego, nos vemos y a los pocos días si te he visto no me
acuerdo, como un kleenex de usar y tirar. Poca cosa o nada. Conviene tenerlo
presente. Es un desocupado discontinuo, pensiona, o sea para la ultra, parasito
de mierda, pero se ocupa, y mucho. Bien, se ha despertado pronto y a veces la
casa le puede, con lo puesto textual se ha echado a la calle. Todo vacío y
hueco, dos sanitarios que van de guardia y prisa, un policía nacional que acaba
turno, a punto de jubilación,  dos señoritas, putas, que se toman un respiro en uno de esos pisos que dicen que hay en el barrio, dos gitanos que vuelven de sus menesteres. Poca, muy poca
cosa. Luces de bohemia, ya quisiera él, que va, y que manda huevos son
mortecinas y chuscas, que le recuerdan a sus años de colegio, donde le
acariciaron las ingles. Ha bajado a la calle en un casi, casi vestido, casi en
pantalón de pijama, casi desnudo como los hijos, o eran ojos, de no sé quién. Poca
gente y mucha soledad sonora, a ver MSO, apunta de quien es la cita o parte
verso, y en estas se acuerda de las murguillas que de joven, niño, infante,
cantaba cuando le mandaban a cuidar vacas allí, allá, allí arriba, solico y
toda la mañana.  Es cuando aprendió a ntar murguillas para sus adentros, parta que la vida no se lo zampara. Hoy,esta mañana le ha venido a la pelota, “Algo” “ Something” Es una bonita balada,
tranquila, tierna y un tanto nostálgica. La ha murgueado sottovoce.
Escucha y se escucha: Something in the
way she moves/ Attracts me like no other lover/Something in the way she woos me/I
don’t want to leave her now/You know I believe and how…”



Va,lo traducimos a su aire, traducción libre, mucho, a lo que él le sugiere: “

Algo en el aire se mueve/me atrae como ninguna otra amante/ Algo en el ambiente me

corteja/ No quiero dejarlo ahora, ya sabes y cómo…”

Lo que a él le corteja de madrugada, aperitivo y cena es estar tranquilo, que no se le busquen
tres pies al gato, que cada uno defienda a su patria y a su Dios, que puestos,
siendo uno, no pueden ser tres, “ asín “ que el de judíos, cristianos
musulmanes por ese orden, y antigüedad,  aun siendo distintos
son el mismo. Yo que coño sé. Digo. Algo flota en el aire, como las respuestas
de Roberto…” the answer my friend, is blowing in the wind”. Eso yo prefiero que
me la sople, el viento. Hay que coger lo sencillo, lo fácil, las pequeñitas
cosas, una caricia, el lo/la/ le/ que se deje, el gruñido de un cerdo, el piar
de un pajarillo, el olor de un prado….qué se yo. No pedir grandes cosas, casi
todo está en el viento, incluso las respuestas. Casi todo está en nuestras
manos y lo que queramos dar y los demás recibir. El que ventura, será,
bienaventurado, el que consuela, será consolado, o no….pero al menos habré
vivido con intensidad la vida, o habrá estado intensamente en la vida. No sé,
lo digo de verdad, no lo sé. A las noches en el barrio se escucha  a un desconocido silbar la melancolía. Al fondo la ruidera de nuestros políticos diciéndose tú más. De noche el barrio, la
ciudad, el apís es mucho más tranquilo, Quedaros en los tugurios de copas y…..encuentros
 lamentables. Tengamos compresión lectora y lo mismo de análisis. ¿Cómo? Y tú más. Ya ven ustedes imposible. País de mierda.
paraplejía o tretaplejía total, o en elñ mejor de los casos a ver si hay suerte y es realidad virtual.



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Es fácil perderse

“Homo sum, humani nihiil a  me alienum puto.. Idem puto” No sé si es buena idea escribir estas citas y más cuando es lengua muerta, incluso muerta también en las iglesias e incluso en el Vaticano, presumo. Entendamos  que subyace un bastante de pretenciosidad y el presentarme como cultivado, con muchas luces,  algo así como el cultivo, ilegal de María. Convendrá pues traducirlo, sobre todo por el verbo, el puto, me refiero, no sea que, además con el añadido del idem puto, se mal entienda y se me adjudique tal condición. Fue Publio Terencio Africano, el que lo dejó por escrito. “Hombre soy, nada de lo humano me es indiferente. Yo también lo creo” Aclarado el asunto, oigo detrás de mí a alguien, que dice: Prosiga el Mosen, a ver donde nos lleva que con usted nunca se sabe, don Matías Crespo y Churriguera. Allá vamos. A no ser que seamos misántropos o parientes muy lejanos de Simeón el Estilita, que vivió en lo alto de una columna durante 37 años, sin bajarse nunca, ni para atender sus necesidades más básicas, excluida de estas las más placenteras, y para evitar tentaciones, inventó el cilicio y se los ponía a pares. Siendo gregarios, a veces borregos, y societarios, parece lógico que además de preocuparnos de nosotros mismos, lo hagamos de aquellos que nos rodean, nos ocupen, y otras veces preocupen, las alegrías y las tristezas de estos. Decía que yo también lo creo. La vida es más vida, con sus cosas, nos hace crecer. Aquel que siente las venturas de los demás, será bienaventurado, y si consuela, será consolado. Es una praxis del estar en la vida. Yo que cualquier caso no tuve intención alguna de hacerme escala torres y menos quedarme arriba para los restos. He tomado lo que se me ha ofrecido, con mayor o menor fortuna, por supuesto aquellas que han estado en mi mano y aquellas que no lo estaban, pues, he ido haciendo apaños. Insistir una vez más que no soy puto, ni putero, aunque alguna vez a alguien le haya podido hacer una putada…también añado que lo hice sin intención de hacer daño y por eso me falto tiempo para disculparme. Queda dicho.

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Los labradoooooores…..

Tuvo una vez una novia italiana, dudoso que sea cierto, así que, por el mismo precio y puestos a fabular, dirá que fueron varias. De la misma manera que también dirá, como la jota navarra “Tengo un hermano en el Tercio y otro tengo en Regulares y los hermanos más pequeños preso en…,.Gijón, donde, aun con buen tiempo, temperatura, digo, mucho me temo que lloverá. Los hermanos, el del Tercio y el de Regulares, es mentira podrida, pero venía bien al  relato….Lo único cierto es que tiene dos, mejor tres: Chica, chico y chica. Para ir aclarándonos. A veces, no pocas sueña “Que la nieve ardía/ en el alto el Pirineo/ soñé lo imposibleeeee/ que la nieve ardíaaaaaaa/ en el alto el Pirineo. No sé, parece que está jotero el escribano.  Al hilo se le ocurren porquerías. Para que conste ha dicho Pirineo no peritoneo. A este último se le conoce, por los graciosos e ingeniosos de turno, como la tierra de nadie. D-os, Hashem, Elohim, Adonai, sabe cómo hace las cosas, de modo, manera y condición que Gaza no es un peritoneo, sino tierra prometida. En esas estamos, que lo disfruten…entretanto, se oye al ruiseñor navarro, el Raimundo;

. En los montes de Navarra
tengo plantada una flor;
si el aire la bambolea,
desde aquí siento el olor.

Cojo la vara y mi carro
y voy por la carretera;
no hay venta en que no me pare
ni moza que no me quiera.

Que bárbaro. Como digo joterico ¿Ices? Pregunta una de las hermanas Flamarique. Nada, nada, cosas mías.

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Chuzos de punta

Pablo Guerrero, nació en Badajoz, allí llueve poco, vaya por Dios- El y otros, en dueto, cantaban “A cantaros tiene que llover” Eran cantantes sesudos. Ha escuchado alguna vez que este país es un país desgraciado, que se deprime por la sequia y que a su vez se inunda por las lagrimas de los que lloran por la sequía. ¿A que viene esto? Ayer vio en la TV a buena parte de este país, mayormente en el sur, donde sino, mucha lágrima, mucho abrazo para aliviar el desconsuelo, de la suspensión de las procesiones santeras ¿Histeria colectiva? Quizá, A propósito, convendría recordar ahora, que estamos en tiempos igualitarios entre hombres y mujeres, que etimológicamente, la palabra proviene del griego, de útero, así que se les atributiva alle signore desde antiguo, luego llegó un listo, en XIX, y por si no cabía duda añadió femenina, histeria femenina. Vaya por Dios y se inventó un remedio, que no es cosa de reproducir, digamos que un frotis vaginal, para entendernos y luego llego el sabiondo de Freud y desarrolló una teoría sobre el asunto. Decía que qué menos mal que estamos en tiempos igualitarios e inclusivos, así que en el sur y a propósito de las suspensiones, sarna con gusto no pica, pues, supongo, que se aplicarían el remedio unos y otros, solos o en compañía. Ha mirado por la ventana para ver el día. Gris, muy gris, frio, ventoso y lluvioso. Es Semana Santa, Holy week. Llueve, digo y mucho. No está para tirar cohetes, en mi pueblo dirían explotos. Recuerda a alguien, a quien quiere, que de normal, o a veces, cae en la histeria, o así, y antes que proponerle el remedio ya citado, piensa que quizá, seguro, sería mejor echar la vista hacia atrás y recordar otras veces que, en estas fechas u otras, llovía mucho más. Consuela hacerlo, por comparación. En cualquier caso, y por añadidura, siempre viene bien tener un paraguas a mano, aunque sea pequeñito, y si es posible compartirlo con otro que se preste y lo lleve, así te arrejuntas y,  si bien te mojas, te mojas menos, o compartes las aguas y así….sarna con gusto no pica… ¿Inteligencia emocional? Es probable. Antes, se acuerda, llovía más. Mucho. Baja la persiana y se acuerda de las personas que quiere, no muchas. Mira en la entrada si tiene algún paraguas. Lo tiene. Se pone a las teclas. Escribe. Sabe que todas las cosas tienen solución, es cuestión de gestionar las emociones y lo gris, el claro oscuro, no lo es tanto si se mira bien. ¿La zona del recreo? Eso se lo dejamos a Freud, que puestos, la naturaleza es sabia y viene sin prospectos. Acaba el texto, se tumba decúbito supino, mira al techo, a donde sino, y reposa. Oye llover. Es un sonido suave y monótono que adormece y piensa en las personas a quienes aprecia y quiere, pocas, muy pocas. Dentro de un rato será otro día, aunque llueva o tenga que llover a cántaros como decía Pablo Guerrero. Tanto en sentido literal, como metafórico, chuzos de punta. En el sur siguen lloriqueando, o igual no y se han aliviado.

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