Monthly Archives: November 2019

En cualquier momento, en cualquier lugar, puedes pasar, o vivir, las situaciones más insospechadas. Hice hace algún tiempo, bastante, mejor, mucho, una reserva de hotel por teléfono, no existía booking. Me preguntaron el apellido. Osácar, dije. ¿Con k, no? Me … Continue reading →

En las afueras, le han pedido un cigarrillo, como siempre. Sabe, ya sabe que no está bien visto, pero no sabe decir que no. Menos mal que solo ha sido uno, pues el corrillo de habituales a las puertas del … Continue reading →

Il povero está de nuevo en la rue. Le han dado suelta. Le vi ayer, bueno, me vio él primero, y de lejos; para cuando me di cuenta se me habían echado encima, él, el olor a vinazo brik y … Continue reading →

¿De dónde viene usted? De Riga ¿Qué quiere? Busco a un hombre. Me decía el autoproclamado cónsul de España en San Petersburgo  que los rusos no hablan mucho, solo cuando beben, y poco rato, enseguida se les nubla el entendimiento, … Continue reading →

Quería pisar por donde pisó mi padre. Comparar mi huella, ya adulta, con su huella joven. Caminar sin rumbo al relente de la noche por los callejones del ámbar. Andar… como él dijo que anduvo. Borrar su rastro al pisarlo … Continue reading →

Me dijo que me conservaba muy bien. Sé que es un guasón y que le gusta tomar el pelo, quedarse con la gente, así, de buenas a primeras. Bueno, es normal, le contesté, al fin y a la postre este … Continue reading →

Ayer, hace un rato, se celebró el evento, comida o celebración del que se venía hablando hace algunos días. Sorprendentemente la comida y aledaños, previos y a posteriori, han sido esplendidos. El tenía dudas y a punto estuvo de renunciar. … Continue reading →

Hay personas a las que se ve de ciento a viento y a pesar de ello se les tiene  un cariño especial. Pasé muchos veranos de mi niñez en el valle, cuando todavía los cursos acababan en junio. Los veranos … Continue reading →

“En el jardín de la casa, un enorme magnolio mostraba sus hermosas flores blancas, pero todo se reducía a verlas. Debido a su altura era imposible cogerlas. No era extraño ver a Joanes sentado junto al tronco, mirando hacia arriba, … Continue reading →